Introspección sobre mí misma

Todos sabemos que a principios de año intentamos hacer nuevos propósitos para cumplir a lo largo de 12 largos meses. Y también sabemos que dificilmente los cumplimos. Para mí este año es muy especial por varios motivos y por eso creo que estoy en la obligación de mirar para dentro y hacer propósitos que quiera cumplir. Nada de aprender ingles o apuntarme al gimnasio, ni siquiera dejar de fumar porque no fumo.

Este año, más bien este sábado 17 de enero, cumplo 30 años. Para mí es un punto de inflexión en la vida. Dejar los 20 es como una regla no escrita de que te has hecho mayor. Ya has tenido tiempo suficiente para madurar y debes enfrentar la vida tanto en lo bueno como en lo malo. En estos últimos tiempos he tenido tiempo de digerir lo malo de la vida y quiero que a partir de ahora pueda empezar a disfrutar lo bueno de ser mayor.

Deseo que mi familia dure muchos muchos años, que todos esten sanos, que nuestra relación siga siempre fuerte y no nos distanciemos nunca emocionalmente. Deseo que mi hijo sea feliz y no sufra demasiado la separación de sus padres. Deseo ser capaz de defender lo que quiero en la vida y que nada ni nadie sean capaces de impedirlo y sus puñales no lleguen a nuestro corazón. Deseo que mi chica sea feliz y que lo sea a mi lado. Deseo que el instinto maternal despierte en ella y podamos al fín agrandar el círculo que forma nuestra familia.

Espero que todo lo que deseo pueda hacerlo realidad.

Y además de buenos propósitos creo que mirar hacia dentro de uno mismo con la perspectiva que da el tiempo es muy bueno para mejorar como persona. Ahora veo mis errores, los pasados y presentes, lucho por modificarlos aunque se que no siempre lo consigo. Me falta fuerza de voluntad para hacer lo que no me gusta hacer pero que tengo la obligación de hacer. Tengo que controlar más mi ansiedad y las ganas de hacer todo en cuanto se me pasa por la cabeza.

Me he equivocado muchas veces en la vida, he cogido caminos incorrectos y he tomado decisiones fallidas. He dejado personas en el camino: algunas merecían la pena otras no. He hecho sufrir a gente que me quería y he visto como personas a las que yo quería han cambiado. Sé que yo también he cambiado. Intento pensar más todo lo que hago y sus posibles consecuencias, intento hacer cosas buenas por mi familia en lo que a nuestra diferencia social se refiere; sé que podría hacer más (unirme a alguna asociación, ir a reuniones y manifestaciones, etc) pero me da mucha pereza (otro defecto). Estoy siempre pendiente de Galehi y los temas que van surgiendo y quizá a lo largo del año me plantee unirme a ellos de manera más activa.

También hago pereza a la hora de "sacar" a mi chica a conocer mundo (concretamente la península). Ese es un gran propósito para este año.

Yo, que soy muy dada a las introspecciones, pienso mucho a cerca de casi todo en la vida. Siempre pienso en lo diferentes que somos las personas, en que lo importante para unos sea secundario o nimio para otros y al revés. Que podamos pensar de maneras tan distintas cuando el fín, supuestamente, es el mismo: ser feliz y hacer felices a los que nos rodean. Yo que vivo en un mar de dudas pensando siempre si estoy haciendo lo correcto y metiendo la pata de vez en cuando, creo que este año va a ser el año en el que sepa realmente quien soy, que quiero y lo haga y no tenga dudas nunca más. Sé que seguiré cometiendo errores, de eso nadie nos libra, pero espero que sean más pequeños y sé que seguiré pensando mucho las cosas, pero espero que sea para coger el camino correcto.
Sea como sea lo que si que sé es que estaré aquí para contarlo.