viernes, 26 de septiembre de 2008

Bebé en casa

Pues todo pasó y bueno fué una locura. El hospital parecía una boda en vez de un recién nacido. Había muchísima gente, nuestras familias no quisieron faltar ni nuestros amigos tampoco y como además fué viernes y sábado pues imaginaos que todo el mundo estaba libre para poder venir a vernos...La verdad que fué un poco caos en el sentido de que para mí era como un muñequito y entre la gente y las buenas voluntades de todas las que se acercaban pues no tenía muy claro yo eso de que los bebés comen y eso. Por aquel entonces yo era más bien pudorosa y lo peor, mamá inexperta, con lo cual se me hizo un poco cuesta arriba eso de sacar la teta delante de todo el mundo que encima se empeñaban en mirar. El hospital lo salvamos como pudimos y nos dieron el alta el domingo por la mañana: la esperada y temida vuelta a casa. Su habitación era preciosa y estaba lista para recibir a un muñequito: paredes celeste con cenefa de mickye durmiendo en una nube, alfombra azul de girafa, bañerita con cajones y una cunita preciosa con su colcha blanca.

La verdad es que los primeros días los pasé en casa de mi madre porque no me veía capaz de hacerlo sola y ella se encargaba de casi todo. Intentaba hacer las cosas bien pero no es nada fácil ser mamá primeriza a los 24 años recién cumplidos. Mi querido hijo optó por ser un rebelde y no parar de llorar por nada a no ser que estuviese en brazos. Y yo cada día me desesperaba más y más y pensaba con más fuerza que no iba a ser capaz de hacerlo sóla. Se me hizo un mundo el estar constantemente pendiente de alguien que fuese yo y que además me reclamaba las 24 horas del día. No dormía más de 1 hora seguida, tanto de día como de noche, se le juntaba una toma con otra porque era lento comiendo, no cogía el sueño bien y no dejaba de llorar...en fin.

A todo esto no cogía bien el pecho con lo que opté por usar un sacaleches y dárselo en bibe. Me sentía como una vaca cuando la están ordeñando. Lo peor fué que a causa del sacaleches, y por la inexperiencia, se me fué acumulando leche en las mamas hasta provocarme una mastitis galopante,unos dolores horribles y unas fiebres altísimas.
En fin que los primeros días fue todo felicidad y desenfreno.

Luego después, ya ibamos a mejor en cuanto a comidas pues comía genial pero lo de dormir, AY mi madre!!! eso no supimos lo que era has por lo menos octubre. Prefiero ni acordarme de lo mal que lo pasé todos esos meses sin dormir más de 1 hora seguida de día y de noche. Aunque le regañaba por no dormir luego le miraba cuando dormía o cuando estaba despierto sin llorar y era tan bonito que se me pasaba todo el enfado y es que las madres somos unas blandas.

1 comentario:

Ana Mar dijo...

Pues si tiene que ser un cambio de vida en muchos sentidos, tanto si son tranquilos como inquietos no es lo mismo dentro que fuera jejeje, ya contaremos como nos va.
Besos
Aqua+Lotus=Daniel
PD yo en chueca me compre un libro que se llama la princesa Ana para empezar por ahi, un cuentito