lunes, 15 de septiembre de 2008

Y decidió nacer

El día 16 de enero me levanté no sin esfuerzo debido a mis 17 kilitos de más y a que los últimos días los pasé en casa de mis padres en mi antigua litera (de arriba). Así que con un buen dolor en los riñones me levanté y se lo dije a mi querida yaya, que era la única que andaba conmigo todo el día, y va y me dice "uy hija tu de hoy no pasas" y le digo yo a ella "que no yaya que lo que me duele es la espalda no la tripa" y me replica "tu haz caso al diablo que sabe más por viejo que por diablo" y me dije yo a mi misma "vamos a hacerle caso por una vez y vamos a prepararnos". Así que ahí estaba yo llamando a la pelu para recolocarme la peluquilla y quitarme los indeseosos pelos de las piernas e ingles. Imaginaos la cara de la peluquera al verme llegar con mis ya insistentes contracciones...y no os digo ya la esteticista que me miraba asombrada al ver que con lo que se me venía encima yo estuviera preocupada por los pelos. Pues nada quedé lista y monísima para ir a dar a luz. Pero mi enano dijo que todavía no le apetecía salir así que comiera tranquilamente que él esperaba un poco aún. Comímos (era jueves) y llegó la family; todos espectantes menos yo que estaba hiperactiva y decidí que no me iba a pasar el día tumbada en la cama de un hospital espera que te espera. Decidido esto me fuí a ver a el bebé de unos familiares lejanos que había nacido un día antes y estaban en la maternidad todavía.
Reloj en mano, mi cuñada me narraba cuantos minutos andaban entre contracción y contracción y la cosa iba acortándose. En la maternidad de o´donnell andaba ya por una cada 3 ó 4 minutos así que sobre las 8:30 de la noche decidimos ir a nuestro hospital, el 12 de Octubre de Madrid, a ver que nos decían ya que llevaba ya así como una hora. Fué muy divertido porque me tuve que ofrecer para conducir mi propio coche, el que me llevaría al hospital ante la imposibilidad de hacerlo del papá de ni niño que tenía más miedo que vergüenza. Pero al final se hizo el valiente y allá que nos fuimos. Cuando llegamos estaba ya toda la familia mirándome como si no les cuadrase que yo estuviera de parto y no el papá que tenía muchísima peor cara que yo, ni los celadores me creían cuando les dije que iba de urgencias....un caso.
En fín que me vieron y efectivamente, SI, estaba de parto. Y bueno lo demás es lo siempre, cables para allá y para acá, santa epidural, enfermeras y matrona entrando y saliendo (encantadoras por cierto)...y yo con mucha hambre preguntando a mi tía (que trabaja allí y se coló) si podía comerme un bocata de chorizo. Pues total que vino la matrona y yo le digo no puedo más, tengo mucha hambre me queda mucho y me dice pues no sé vamos a ver pero no te prometo nada, y me dice "uuuuuu pero si esto ya está, a paritorio ya".....Jujjjuuuuuuu!!!!!!!!!!!! pues viene un celador y yo con las piernas escarranchadas (una pá un lado y otra pal otro) y sin poderlas cerrar por la epidural y me dice que me suba a otra camilla, jaja a otra camilla dice, si no puedo ni cerrar las piernas ni por pudor... A todo esto decir que dos horas después de mi ingreso que era 16 de enero a las 22 horas, fue mi cumple.
En el paritorio todo fue muy rápido y muy bonito. Con dos empujones sacaron la cabeza y los brazos y el resto tuve el orgullo de decir que lo hice yo solita, si si, cojí de los bracitos a mi cosita que nacía y tiré de él hacía mi. Y ahí estaba, todo grisadito y lleno de una cosa blanca que le cubría el cuerpecito y estirandose todo él. Se lo llevaron y mientras me cosían unos puntitos estupendos le hicieron sus pruebas y estaba estupendo. Nos lo dieron y era lo más bonito que había visto. Hacía muchos gestitos y era precioso; y era mío, todo mío. Y hasta la fecha de hoy lo más bonito que nadie me ha regalado nunca.

1 comentario:

Ana Mar dijo...

Que alegria leer que el parto fue de maravilla, como ya he dicho antes me imagino que es el mejor regalo de cumpleaños que le pueden hacer a una, me alegro que todo haya ido tan bien.
Besos
Aqua+Lotus=Daniel